A 87 años de la emblemática zamba "La López Pereyra": Historia, leyenda y un legado en la música argentina que aún sigue vigente.

06.02.2024

En una jornada cargada de historia musical, el 6 de Febrero de 1937 marcó un hito en el mundo de la música folclórica argentina con el registro de la emblemática zamba "La López Pereyra", subtitulada "Llorar llorar". Esta pieza, que ha perdurado en el tiempo, fue concebida con la música de Artidorio Cresseri, tras un prolongado proceso judicial sobre su autoría, y la letra atribuida a Arturo Gambolini y Juan Francia.

La leyenda que rodea a esta composición se teje alrededor del doctor Carlos López Pereyra, a quién se le atribuye haber salvado al músico y guitarrero Artidorio Cresseri de un supuesto crimen pasional, sin embargo, investigaciones posteriores desmintieron tal afirmación. Se especula que el propio López Pereyra colaboró en la adaptación final de la letra a la melodía del canto.

La canción fue oficialmente registrada por el músico santiagueño Andrés Chazarreta, reconocido por su labor de compilación de música popular del norte argentino. Tras la muerte de Cresseri en condiciones de indigencia, varios artistas salteños respaldaron a los descendientes del autor en un juicio contra Chazarreta para reconocer los derechos de Cresseri como autor de la música. En 1978, la justicia falló a favor de Artidorio Cresseri, otorgándole el 50% de los derechos de autor.

Inicialmente, la canción fue titulada como "Cafayate" y posteriormente como "Chilena dedicada al doctor Carlos López Pereyra", también conocida como "La chayateña". La letra de esta pieza emblemática, que ha resonado en los corazones de muchas generaciones, refleja la pasión y el dolor del amor perdido:

"Yo quisiera olvidarte; me es imposible, mi bien, mi bien,

tu imagen me persigue, tuya es mi vida, mi amor también.

Y cuándo pensativo yo solo estoy,

deliro con la falsía con que ha pagado, tu amor, mi amor".

Así, "La López Pereyra" se erige como una obra cumbre en el repertorio folklórico argentino, no solo por su belleza musical, sino por la historia que la rodea, marcando un capítulo significativo en la rica tradición cultural de nuestro país.